El 5 de mayo se celebra anualmente el Día Mundial de la Higiene de Manos, promovido por la Organización Mundial de la Salud desde 2009, y que ha cobrado especial importancia desde que se declaró la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020. Aunque la pandemia ha disminuido, es importante continuar promoviendo la higiene de manos. Desde el año 2005, el Programa de Higiene de Manos del Sistema Nacional de Salud participa en esta conmemoración mundial como parte de la Estrategia de Seguridad del Paciente.

La higiene de manos es importante para evitar la propagación de infecciones por contacto humano. Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria se adquieren a través del contacto con el personal del sistema sanitario, principalmente a través de las manos de los profesionales del sector. Por lo tanto, es importante realizar la higiene de las manos con frecuencia, siempre antes y después de estar en contacto con otras personas. La OMS recomienda hacerlo en general después de estar fuera del hogar y después de que haya existido posibilidad de contacto con fluidos corporales de otras personas

El objetivo de la higiene de las manos es reducir el número de microorganismos en la piel de las manos. Si se realiza con agua y jabón, se llama lavado de manos. Si se emplea un preparado de base alcohólica o un jabón antiséptico, se denomina desinfección de manos. Si las manos están sucias, se deben lavar con agua y jabón, mientras que si están contaminadas sin suciedad visible, se deben desinfectar con productos de base alcohólica, ya que los antisépticos consiguen suprimir elevadas cantidades de microorganismos.

La higiene de manos debe ser realizada por todos los profesionales del sector sanitario involucrados en el cuidado de pacientes, así como por los pacientes, sus familiares y los visitantes que les atienden. Sería deseable que el protocolo lo practicara toda la población mundial de manera individual un mínimo de dos o tres veces al día. Para realizar la higiene de manos, se deben mojar las manos con agua y jabón o solución hidroalcohólica, frotar las palmas una contra la otra y sobre el dorso de la otra mano, entrelazando los dedos. También se deben frotar las puntas de los diez dedos con el pulgar y el índice de la otra mano, incluyendo las muñecas. Finalmente, se deben enjuagar bien las manos con agua y secarlas con una toalla de un solo uso o dejando que el gel se evapore al contacto con el aire. El lavado de manos con agua y jabón durará un mínimo de 15 segundos, más el tiempo necesario para el enjuagado y posterior secado. La fricción de las manos con un gel hidroalcohólico se prolongará hasta que las manos estén secas por completo.

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