Respiramos las 24 horas del día y cada bocanada que damos nos sumerge en un mar de sensaciones. ¿Sabías que las personas detectamos antes los malos olores que los buenos?

De acuerdo con un estudio realizado por investigadores estadounidenses y canadienses, reaccionamos primero a la presencia de un olor fétido que un agradable por la misma razón que detectamos una expresión facial agresiva más rápido que una cara sonriente, porque una cara enfadada es un enemigo potencial preparado para atacar. El sistema olfativo reacciona antes ante los estímulos que suponen un peligro.

Gracias al olfato, identificamos, clasificamos, construimos nuestro gusto y personalidad, deseamos o rechazamos, creamos vínculos sociales y tomamos decisiones (el 95% de las decisiones parten del subconsciente).

El sentido del olfato es el mejor aliado para hacer frente al mundo que nos rodea. Los olores nos alertan, nos hacen huir o atacar, nos conectan con momentos de nuestro pasado y nos hacen revivir sentimientos o emociones.

Olor de perfumes en la limpieza

Durante muchos años, el olor a amoniaco o lejía era señal de un hogar limpio, pero hace aproximadamente 40 o 50 años, los perfumes empezaron a ganar terreno en el sector, ya que ya se comercializaban productos de limpieza con aroma de limón o de pino, y el consumidor recibió ese cambio con muy buena aceptación.

A día de hoy, un entorno puede verse limpio, pero si no va acompañado de un aroma agradable, la percepción del visitante no será estar en un espacio 100% limpio. Una técnica de marketing que está en pleno desarrollo es el marketing olfativo. Lo que se intenta hacer es conseguir fijar en el consumidor una marca, a través de un recuerdo olfativo que representa la identidad olfativa de una empresa. Esto permite generar un enlace potente entre el cliente y la marca a través de un olor, incrementando la asociación positiva a la experiencia del usuario.

Una buena implementación de esta técnica aporta beneficios tangibles a la organización.

  • Genera un impacto sensorial. Despertando las emociones adecuadas a la experiencia de tu marca o negocio.

  • Cree una asociación positiva del usuario a la marca gracias al olfato.

  • Despierta un recuerdo positivo hacia tu negocio.

¿O es que a nadie le han entrado ganas de comprar palomitas al ir al cine?
Asociamos olores a momentos, a experiencias

Si hablamos de limpieza doméstica, el olor es una parte fundamental en las decisiones de compra del consumidor. Se realizan estudios para determinar las tendencias del mercado y conocer los aromas que mejor sensación y emociones causan en los consumidores, ya que las decisiones de compra van muy ligadas a los olores que estos productos dejan en casa una vez usados.

En la industria alimentaria, sin embargo, la inocuidad de los alimentos es una prioridad. Los productos de limpieza y desinfección que se utilizan para garantizar la seguridad alimentaria no pueden contener aromas. Esto se debe al riesgo de que existe que los alimentos absorban determinados olores, afectando a sus propiedades organolépticas. Por ejemplo, productos como el chocolate son especialmente sensibles a aromas cítricos que, en ocasiones, pueden desprender algunos desinfectantes o detergentes. Este aroma liberado en el ambiente es absorbido por los alimentos y su aroma y sabor queda alterado.

Por eso, los productos de limpieza y desinfección de la industria alimentaria, desde desinfectantes usados para depósitos hasta los jabones de manos de los operarios están exentos de perfume.