Las fichas técnicas y las fichas de datos de seguridad son, en ocasiones difíciles de entender. Saber leerlas correctamente nos proporcionará información clave para el uso de los químicos de limpieza y desinfección

Los profesionales que tratan con productos químicos para la limpieza saben que para realizar las dosificaciones correctas y aplicar el producto de forma segura pueden y deben consultar la ficha técnica y la ficha de seguridad que facilita el fabricante o distribuidor.

En ocasiones, estos documentos resultan muy difíciles de entender para los profesionales de la limpieza que no cuentan con una formación específica en materia química.

Partes esenciales de una ficha técnica

A continuación, destacaremos las partes que forman una ficha técnica para entender cada una de ellas y asegurarnos de qué elementos son importantes:

Solo existen tres conceptos que definen un producto químico para la higiene: detergente, desinfectante o la combinación de detergente + desinfectante.

Por lo tanto, descripciones como “sanitizante”, “higienizante” o “desengrasante para la limpieza y la higiene” no son conceptos válidos.

Toda ficha técnica debe especificar la dilución del producto recomendada para cada tipo de aplicación, así como el tiempo de actuación necesario para cada uno.

La dilución dependerá, principalmente, del nivel de suciedad en el caso de los detergentes o del tipo de microorganismo que se desee eliminar, en el caso de los desinfectantes.

En este artículo puedes consultar los inconvenientes de una incorrecta dilución en la limpieza, entre los que destacan sobrecostes inesperados, riesgos para la salud o el desgaste de los útiles de limpieza.

Como comentábamos, el químico solo puede clasificarse como desinfectante, detergente o una combinación de ambos. El pH nos ayuda a determinar su carácter y es lo que acaba definiendo si la acción del producto es desincrustante o desengrasante.

En este artículo, te explicamos qué relación guarda el nivel de pH con el carácter del detergente.

Para la elección de un producto u otro, tendremos en cuenta el tipo de residuo a eliminar. Por ejemplo, para restos incrustados utilizaremos detergentes ácidos, para restos de grasa utilizaremos detergentes alcalinos y reservaremos los detergentes neutros para superficies delicadas.

Estos dos aspectos son muy importantes en industrias como, por ejemplo, la alimentaria. Existen alimentos muy sensibles como, por ejemplo, el chocolate, que absorben el aroma de los químicos de limpieza y desinfección y quedan alterados.

En este artículo te explicamos el efecto de algunos detergentes o desinfectantes con aroma en entornos alimentarios.

Por eso, en este tipo de casos, debemos consultar la ficha técnica y asegurar que se trata de un producto inodoro.

El Registro HA es un reconocimiento oficial que demuestra que los desinfectantes han sido testados en condiciones similares a las de su aplicación y que, por lo tanto, su uso es apto para entornos que trabajan con alimentos.

En la industria alimentaria, cocinas industriales, restauración colectiva o cualquier otro tipo de negocio relacionado con la alimentación, es imprescindible que los desinfectantes posean el Registro HA. En sanidad, ocurre exactamente lo mismo, pero con el Registro DES.

Eso sí, el hecho de que un producto desinfectante esté reconocido con el Registro HA o Registro DES no quiere decir que podamos utilizarlo en presencia de alimentos o pacientes. Para ello, consultaremos las recomendaciones de uso.

Las fichas técnicas de los productos químicos deben contener el número de ROESP (Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas). Además de este registro, también podemos encontrar el número de registro que hace referencia a la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios).

En cualquiera de los dos casos, además de este registro, debe constar el nombre del fabricante y sus datos de contacto.

En la ficha técnica debe especificarse el formato en el que se presenta el producto, contemplando su forma, capacidad y unidades.

Por ejemplo, podría especificarse que se comercializa en garrafas de 5 litros y por unidades separadas. Además, en algunos casos, también aparece el material del recipiente o se indica si, en caso de venderse más de una unidad, éstas vienen retractiladas con plástico, en cajas, etc.

Este dato acostumbra a aparecer al final de documento e indica la fecha en la que se revisó por última vez la ficha técnica. Así, nos permite ver cómo de actualizado está el documento.

A continuación, mostramos un ejemplo de ficha técnica y las partes más importantes que deben contemplarse para hacer una lectura correcta.

Partes esenciales de una ficha de datos de seguridad

De la misma manera que ocurre con las fichas técnicas, esta fecha nos permite ver cómo de actualizado está el documento.

Sin embargo, en el caso concreto de las fichas de datos de seguridad, debemos asegurarnos de que la fecha de revisión mostrada es igual o muy próxima a la última fecha de revisión de la ficha técnica.

Este apartado, incluido en la sección número 1, que hace referencia a la identificación de la sustancia o mezcla y de la sociedad o empresa, nos sirve a modo identificativo del producto.

Debemos fijarnos en que la descripción que aparece en la ficha técnica es la misma que la que observamos en este punto de la ficha de datos de seguridad.

En este apartado, incluido en la sección número 2, que hace referencia a la identificación de los peligros, debemos fijarnos en los pictogramas.

Recordemos que tras la última actualización, los pictogramas se muestran en color blanco, negro y rojo. Así, si la ficha de datos de seguridad muestra los pictogramas negros y naranjas, sabremos que no está actualizada.

En este apartado revisaremos los puntos de sustancias y mezclas para comprobar que la información proporcionada en la ficha técnica del producto coincide con la que se muestra en la ficha técnica.

En este caso, la información que se da es más detallada, ya que incluye los porcentajes de concentración de cada componente y los peligros que presentan cada uno de ellos.

Este apartado debe leerse de forma íntegra, ya que nos muestra cómo proceder en caso de haber sufrido un accidente durante la aplicación del producto.

Se explica qué hacer en caso de inhalaciones, contacto con la piel, irritación de los ojos, ingestión, etc. Y aunque siempre se recomienda visitar el médico en estos casos, puede resultar útil para realizar los primeros auxilios in situ.

Este punto se incluye dentro de la sección número 8, que hace referencia a los controles de exposición y a la protección personal.

En concreto, el apartado 8.2. especifica que Equipos de Protección Individual (EPIs) deben utilizarse para la aplicación del producto. Además, se especificará cómo debe tratarse este material durante y después de la actividad. Por ejemplo, pueden recomendarnos no utilizar cremas durante el uso de guantes.

En este punto se especifican características muy técnicas del producto. Lo más relevante es comprobar que el nivel de pH, el color y el olor coinciden con los descritos en la ficha técnica.

En caso de dudas con las fichas de datos de seguridad, siempre se puede contactar con ilser grup para garantizar que la aplicación del producto químico es lo más segura posible.