La creciente preocupación por el impacto que tienen algunos productos químicos en el medio ambiente ha impulsado el uso de alternativas sostenibles como los limpiadores enzimáticos, que además son menos agresivos para las superficies. Se trata de un producto más sostenible y más seguro que el de la la mayoría de productos químicos, aunque también presentan algunas desventajas
Los limpiadores enzimáticos combinan las enzimas con detergentes de pH neutro, acelerando su efecto y alcanzando zonas de difícil acceso
¿Qué es un limpiador enzimático?
Un limpiador enzimático es un producto responsable con el medio ambiente hecho a base de enzimas y detergentes con pH neutro. Las enzimas son moléculas orgánicas que aceleran los procesos químicos, suelen estar compuestas por proteínas y no son organismos vivos.
Los limpiadores enzimáticos no contienen productos tóxicos, por lo que son productos de limpieza ecológicos y biodegradables. Además minimizan las posibilidades de sufrir una reacción alérgica tanto a las personas que realizan la limpieza como a los usuarios que entran en contacto con las superficies, ropa u objetos en los que se ha usado.
A raíz de la cada vez mayor sensibilidad medioambiental, los limpiadores enzimáticos han ganado popularidad en los últimos años.
Estos productos se llaman así porque están elaborados a base de enzimas: moléculas orgánicas de origen proteico que actúan como catalizadores. Es decir, que aumentan la velocidad de las reacciones químicas.
A través de esas reacciones químicas, los limpiadores enzimáticos disuelven y degradan las moléculas que conforman la suciedad, incluso en resquicios de muy difícil acceso. Además, en relación a los productos tradicionales, ofrecen algunas importantes ventajas.
Qué son las enzimas
Las enzimas son moléculas orgánicas que actúan como catalizadores en reacciones químicas, acelerando la velocidad de reacción. Por ejemplo, en nuestro estómago las enzimas reaccionan con la comida para producir energía. No son organismos vivos y no se consumen durante la reacción, por lo que son partículas “lavables”. Existen multitud de enzimas que pueden actuar como catalizadores en muy diferentes tipos de reacciones..
Principales usos
- Es muy común su uso para limpieza de orina de animales, debido a su efecto eliminador de olores.
- Se utiliza como limpiador de material quirúrgico, antes de la esterilización del equipo.
- En lavandería industrial se utiliza de manera profesional, especialmente en ropa de cama, cortinas o alfombras.
- Como eliminador de olores, cuando se tienen focos de malos olores en cualquier tipo de industria.
- En fosas sépticas. Las enzimas descomponen mucho más rápido la materia orgánica, reduciendo olores y desatascando tuberías.
- Los productos enzimáticos son una de las maneras más eficaces para eliminar biofilms en la industria alimentaria y farmacéutica.
Enzimas usadas con mayor frecuencia
- Las proteasas o peptidasas: incluidas en productos destinados a la limpieza cotidiana de gafas y lentillas, y también a la de manchas de sangre, orina, vómitos (lo que los hace muy útiles no solo para prendas de vestir sino también para colchones, almohadas y ropa de cama) y alimentos como leche, huevo o distintas hierbas.
- Las lipasas: muy empleadas para quitar manchas de aceite, de grasa y de productos cosméticos.
- Las amilasas: son muy efectivas para quitar suciedad producida por hidratos de carbono y almidón, como por ejemplo las manchas ocasionadas por alimentos como el arroz, las patatas, el chocolate o ciertas salsas. Por eso, en general, con estas enzimas se fabrica detergente para la ropa.
- Las celulasas: se suelen emplear en los suavizantes, pues ayudan a restaurar el color de las prendas y les devuelven la suavidad.
Principales ventajas
- Más amigables con el medio ambiente: La principal virtud de estos limpiadores es su carácter ecológico: al tratarse de sustancias orgánicas -y no de químicos tóxicos- son biodegradables y no contaminan el agua, el suelo, ni el resto del entorno. Hay que tener en cuenta el agua que usamos va a parar a los ríos y mares, y que arrastra los productos que nosotros le echamos hasta otros ecosistemas. Por otra parte –aunque existen estudios que han concluido que los productos enzimáticos para la ropa aumentan su eficacia si se aplican con el agua a unos 50 ºC– en general su poder limpiador no requiere de elevadas temperaturas. Por lo tanto, también permiten ahorrar energía, lo cual contribuye a que su uso sea más sostenible.
- Previenen las reacciones alérgicas: Al no utilizar químicos como el amoníaco o la lejía, se reducen también las probabilidades de que se produzcan reacciones alérgicas. Y esto es algo que beneficia tanto a las personas encargadas de las labores de limpieza como a aquellas que estarán en contacto luego con las superficies, ropa u otros objetos limpiados con estos productos.
- Muy efectivos para eliminar malos olores: Como las enzimas producen una reacción química, lo que hacen es descomponer las moléculas que producen los malos olores. De esta manera, la fuente del mal olor desaparece. Esta es una gran ventaja en relación con los productos químicos no orgánicos, que en general incluyen aromas intensos con el objetivo de “enmascarar” el mal olor.
Los productos de limpieza enzimáticos no son únicamente efectivos para eliminar la suciedad, también son muy eficaces eliminando olores
Principales inconvenientes
Los limpiadores enzimáticos tienen pocas desventajas. Una de ellas puede ser el precio, ya que algunos productos para usos muy específicos son algo más caros que los productos tradicionales, a base de químicos. Pero en general la diferencia de precio no es tan grande y la diferencia en la calidad del producto compensa la inversión.
Otra desventaja es que a veces resultan necesarias varias aplicaciones del limpiador enzimático para limpiar por completo una superficie. Esto suele suceder, sobre todo, con los olores de la orina o las heces de perros y gatos, cuyas manchas y efluvios a menudo son muy intensos y difíciles de quitar. De todos modos, hay que tener en cuenta que, para limpiar la orina de las mascotas, muchos expertos desaconsejan el uso de sustancias que incluyan amoníaco. Esto se debe a que la orina también contiene amoníaco, lo que puede llevar a los animales -en particular los perros- a que crean que es allí, donde huele a amoníaco, el sitio donde en efecto deben hacer pis.
Industria Alimentaria
Debido a la gran cantidad de materia orgánica en la Industria Alimentaria, el uso de detergentes enzimáticos es muy recomendable. El método más eficaz de aplicación es mediante equipos de proyección de espuma, capaces de eliminar la suciedad de grandes superficies en cuestión de minutos. Se trata de una alternativa más ecológica y eficaz que los productos tradicionales.
No obstante, su gran ventaja reside en su capacidad para la eliminación de biofilms. Los detergentes enzimáticos diseñados para eliminar estas biopelículas también pueden ser utilizados en equipos de proyección de espuma. Existen varios tipos que se pueden combinar para una mayor eficacia, así como productos con enzimas que previenen la aparición de biofilms.
Existen algunas recetas para fabricar un limpiador enzimático casero, no tan efectivo como los que comercializan las firmas especializadas pero puede ser muy útil para superficies, prendas u objetos que no requieran una limpieza tan profunda.
Una de esas recetas consiste en mezclar en una botella limpia de dos litros los siguientes productos: las cáscaras de tres naranjas o tres limones, cinco cucharadas de azúcar de caña, una cucharada pequeña de levadura seca, y por último un litro de agua tibia. Hay que tapar la botella y agitar la mezcla durante un par de minutos; luego destapar la botella despacio para reducir la presión interior y volver a cerrarla. Ese procedimiento se debe repetir tres veces por día durante catorce días.
Tras esas dos semanas de fermentación, el líquido resultante tendrá las características de un limpiador enzimático apto para limpiar suelos, el baño, manchas de grasa en la cocina, alfombras e incluso prendas de vestir.
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